Contenido inapropiado en Internet

¿Cómo aprendo de sexo si yo no veo pornografía?

Este contenido forma parte de una serie de seis artículos que buscan visibilizar los principales riesgos con los que te puedes encontrar en el mundo digital.

Vamos a ser honestos: gran parte de las personas ha recurrido a la pornografía para aprender posiciones sexuales, cómo masturbarse, y qué le gusta a los hombres y a las mujeres, entre otras cosas. 

 

Pero ¿Qué pasa si te digo que alrededor del 70% de lo que ves en la pornografía es mentira? Es decir, ¿Qué pasa si te digo que las posiciones sexuales que ves no son las que te van a dar más placer, y que la manera cómo se masturban no te va a ayudar a llegar al orgasmo más rápido? ¿Me crees? 

 

¿Sabes por qué quizás no me crees? Porque los que hacen pornografía son unos genios y utilizan imágenes perfectas para que tú sientas tu propio instinto sexual. Entonces es tu propia excitación – la que sientes en ese momento – lo que te lleva a pensar que las imágenes en la pantalla son la respuesta a tus interrogantes.

 

¿Sabes por qué quizás no me crees? Porque los que hacen pornografía son unos genios y utilizan imágenes perfectas para que tú sientas tu propio instinto sexual. Entonces es tu propia excitación – la que sientes en ese momento – lo que te lleva a pensar que las imágenes en la pantalla son la respuesta a tus interrogantes.

La pornografía no es la vía

Una vez que alguien se cree el cuento de que la pornografía es sexo, comienza a copiar el comportamiento que ha visto en la pantalla. ¿Y qué ocurre? Que al final nada de lo que copia funciona, y peor aún, esas poses que parecían ser sexis y maravillosas no ayudan a que la persona realmente disfrute el contacto piel a piel. Todo lo contrario, son poses que requieren de mucho esfuerzo, cansan, y por ende hacen que llegar al orgasmo sea más difícil.

 

Y surge la pregunta ¿Cómo un joven logra tener un sexo maravilloso para disfrutar, así como para conectar con un ser humano que ama? Bueno, no lo logra sabiendo y copiando sino explorando. 

 

Los jóvenes necesitan comenzar a cambiar la noción de cómo se da el éxito en cualquier situación. Ellos creen que hay que saber para lograr. Tiene sentido que piensen eso porque de pequeños usaban a los padres como guía para lograr muchas de las cosas que querían alcanzar. Pero al crecer, muchas de las cosas que vivimos son nuevas y no tienen guía ya que son experiencias únicas y propias. 

 

El autoconocimiento es la clave

La unión física de dos seres humanos es única. Y yo, como psicólogo clínico, en mis 16 años de experiencia viendo pacientes, jamás he visto a dos personas amar de la misma manera, jamás he visto a dos personas teniendo las mismas fantasías sexuales. Es decir que solo la exploración te va a llevar a lograr ser un amante de esos fascinantes con aquella persona que te encanta.

 

Ahora bien, sí pienso que definitivamente después de los 14 años todo ser humano tiene que conocerse sexualmente para – más tarde – lograr una conexión íntima y un disfrute real a nivel sexual. 

 

Con esto no estoy diciendo que los niños tengan relaciones sexuales a los 14 años, ¡No! Pero sí pienso que es una buena edad para explorarse. 

 

¿Cómo explorarse? ¿Cómo estimular la mente? Por medio de historias. Lo mejor que puede hacer una persona adolescente es leer historias románticas, eróticas, para encontrar en ella misma el conocimiento del placer, así como la conexión perfecta entre el deseo y la piel.

 

Estoy segura de que después de este párrafo te preguntas cuál es la edad ideal para tener sexo la primera vez. 

 

Cuándo empezar

¡No hay edad ideal! Pero sí creo que hay un mínimo. Definitivamente no antes de los 16 o 17 años dependiendo de la persona, también considero que no es cuestión de dejarse llevar solo por las sensaciones y el romanticismo, sino que hay que ser consciente y protegerse para prevenir enfermedades y embarazos no deseados. 

 

Más que en una edad, para mí la respuesta está en el cómo. Siento que tiene que ser progresivo, desde lo menos íntimo a lo más íntimo. Ir poco a poco con la pareja y no acelerar el proceso del encuentro físico. 

 

Es tan importante que los jóvenes aprendan a disfrutar un beso, y se queden en el beso, que aprendan a disfrutar el contacto físico sin tener que ir a los órganos sexuales. Luego que se dirijan al encuentro de sus órganos sexuales poco a poco sin apresurarse, dándose la oportunidad de conocerse a sí mismos y entre ellos. Esto les ayudará a sentirse más cómodos y a confiar más el uno en el otro y en ellos mismos.

 

Así que no, aprender de sexo no está en la pornografía, está en las experiencias personales progresivas e individuales de cada ser humano. 

 

¿Te ha gustado el artículo?, ¿Sobre qué otros temas quisieras que conversemos? Envíanos tus comentarios al correo educación@isoc.org.pa que te leeremos y tomaremos nota de tus sugerencias. No olvides compartir esta información con otros amigos.

Contenido inapropiado

Sobre la autora: La Dra. Mariam Dum reside en Estados Unidos, es psicóloga licenciada, y su principal interés es el ayudar a los padres, los adolescentes y los adultos jóvenes, a través de los productos de DigitalSAKE para poder crear una vida balanceada a través del entendimiento de los efectos negativos de la tecnología y disfrutando de los aspectos positivos del mundo digital.

 


Corrector de estilo: Dilia Tallaferro / diliacristinatallaferro@gmail.com

Ilustrador: Gustavo Polanco / polancoartstudio / polancoartstudio